Recibió la carta algo extrañado... ¿Por qué recibía una carta de la Universidad de su maestro si hacía pocas semanas lo había visitado? ¿Sabría de alguna nueva cátedra? Recordaba que en su última visita, su maestro parecía lucido y fortalecido por sus pujas científicas ante obsoletos anti-atomistas, aunque lo notó angustiado por razones que su maestro calló. Eran pasadas las seis de la tarde, la oscuridad otoñal le incomodó al leer las líneas de texto y, acercándose a la luz del candelabro leyó. No podía creerlo... Releyó con atención nerviosa. Su maestro, Ludwig Boltzman había muerto. En una casa de campo de retiro vacacional en Duino, Boltzman se colgó de una viga.
Se desplomó en la silla de madera. Escuchó a su esposa preguntarle si se encontraba bien, si eran noticias halagüeñas de la publicación que hicieron juntos... Él, abstraído, sólo evocaba coletazos de recuerdos. La memoria se le volvió un manojo de sus clases magistrales de filosofía natural, las discusiones sobre el movimiento molecular de los gases con Walther Nernst y el movimiento molecular a bajas temperaturas. Recoerdaba los choques que presencio cuando Boltzman demostraba la teoría atomista y molecular de gases, mientras Ernst Mach y Wilhem Ostwald descreían de la existencia de cuerpos microscópicos corpusculares. Aquellos eran tiempos donde atomistas y anti-atomistas pujaban por lo que la naciente mecánica cuántica daba por existente... Dolorosamente existente para Él...
Paul Ehrenfest nació en Viena como buena parte de los grandes físicos de finales del siglo XIX. Sin embargo, tuvo el infortunio de vivir una infancia dura y de severa pobreza, como pocos de los grandes físicos de finales del siglo XIX. Vivió en una modesta casa con su familia judía y, a corta edad, aprendió a leer, escribir y contar a la edad de seis años gracias a su hermano mayor Arthur. Su madre muere cuando sólo tiene 10 años por cáncer de seno, mientras su padre sufre ulceras gástricas. Eventos que llevará a cuestas siempre...
Recuperado de sus úlceras, su padre se casa de nuevo con una joven de 22 años, la edad de su querido hermano mayor. Paul, aquejado por el dolor de su madre, es protegido por sus hermanos y ellos amparan sus deseos de estudiar, pero empieza a crecer con una tristeza y dolor que no logra parar y cae en su desempeño académico. Una depresión continua y abrasiva empieza a tomar posesión de su ser, pero su gusto por las matemáticas nunca decae.
Al finalizar sus estudios de bachillerato, su padre empeora sus problemas gástricos y fallece. Paul quiere suspender sus estudios, ¡está harto de todo! La pobreza, la aflicción y la pérdida de sus padres lo sumergen más en su depresión.... Su hermano mayor lo persuade a continuar, a no dejarse vencer y logra entrar a la Technische Hochschule en Viena donde conoce a su mentor Boltzmann.
Viaja a Alemania y Austria donde toma cursos de pregrado en física y matemáticas y conoce la naciente teoría electromagnética. En uno de sus cursos de matemática con Hilbert conoce a la guapa rusa Tatyana A. Afnassjewa. Él, curioso a tan bella mujer, se acerca y le pregunta si asiste a las reuniones del club de matemáticas para reunirse con ella. Se entera que las mujeres no pueden ingresar al club a voz propia de Tatyana. A los siguientes días, Paul se acerca al club y sugiere un reto al director: Si una matemática logra hacer un difícil ejercicio de cálculo más rápido que un matemático, se permitiría el ingreso de mujeres al club. El director acepta y corre a contarle a Tatyana que, sorprendida por la avanzada de Paul, toma el reto con ligera ansiedad. Días posteriores el reto se lleva a cabo, Tatyana lo gana y logra ingresar al club. Allí se gesta una bella amistad entre Paul y Tatyana que se convertiría en poco tiempo en matrimonio.
Al terminar sus estudios doctorales al lado de Ludwig Boltzmann en la Universidad de Viena, Paul recibe su doctorado en 1904. Él y Tatyana deciden casarse y, para ello, renuncian a sus credos, dado que habían complicaciones religiosas que no permitían la unión matrimonial en el Imperio Austro-Húngaro (ella era cristiana y él judío). Sin embargo, a los pocos meses de su graduación y matrimonio, empezaron las complicaciones. Ambos estaban cesantes y querían un empleo académico adecuado. La pareja se mueve a San Petersburgo donde subsisten con cátedras temporales entre 1907 y 1912, que posteriormente Paul obtiene finalmente una cátedra de física teórica en la Universidad de Leiden (Holanda).
En los seminarios de Leiden, Paul era un experto en generar preguntas que extraían la esencia del problema y se empezaron a reconocer sus grandes habilidades científicas. Esa gran capacidad, poco habitual entre sus contemporáneos haría a cualquiera sentirse orgulloso; a Paul lo tenía sin cuidado, él se centraba sólo en su melancolía plagada de dolor y en su depresión omnipresente.
Es aquí donde Paul Ehrenfest recibe la noticia del suicidio de su mentor y, agrega la misiva, se solicita a él un obituario a su memoria. El encargo se le hizo doloroso...
Aspectos físicos-técnicos y los aportes de Paul Ehrenfest.
Durante el estado embrionario de la teoría cuántica, Ehrenfest clarifica que la ecuación de Planck que explica el comportamiento de radiación de cuerpo negro necesariamente requiere un postulado de energía discontinua ―la existencia de la discretización de la energía en niveles―, lo que la física clásica era incapaz de atribuir y explicar. Además, en 1911 Ehrenfest señaló que la teoría cuántica de la luz de Einstein difieren de las partículas clásicas en ser estadísticamente indistinguibles. En esta gesta creó su estadística ―denominada Estadística de Bose-Einstein― en un artículo de 1915 con el físico alemán Heike K. Onnes. En vez de trabajar con energía corpuscular, Ehrenfest prefirió trabajar con el modelo de ondas cuantizadas que fue propuesto en 1906, que más tarde se convertiría en la esencia de la teórica cuántica de campos. Además,el principio adiabático ideado por Ehrenfest en 1913, permitió que los físicos cuantizaran una nueva variedad de sistemas físicos ligados a sistemas termodinámicos.
En 1911, Paul y Tatiana Ehrenfest publicaron un artículo crítico sobre el naciente campo de la mecánica estadística y sus bases conceptuales, dando énfasis en lo que subsecuentemente investigadores trabajaron en problemas críticos con suposiciones hipotéticas de la existencia de micro-estados energéticos.
Por encima de todo, Ehrenfest era un crítico incisivo, capaz de señalar los puntos débiles de cualquier argumento y por tal motivo fue llamado «la conciencia de la física». Sus acertados cuestionamientos en disertaciones eran reconocidos entre colegas y entre sus estudiantes. Entre ellos, George Eugene Uhlenbeck, ideólogo del concepto del espín del electrón, escribió sobre Paul Ehrenfest:
También era famoso por sus comentarios como: «¿Por qué tengo tan buenos estudiantes? Porque yo soy muy estúpido». O «¿Usted dice eso por principio o sólo porque resulta que es cierto?».
Ehrenfest hizo importantes contribuciones a la física en varias áreas y los estudiantes de licenciatura que estudian mecánica cuántica llegan hoy invariablemente al «teorema de Ehrenfest». Y era curioso que los niveles exigidos por Ehrenfest eran tan elevados que ni él podía estar a la altura...
Era 1929 y la gran depresión desploma la economía global. Paul Ehrenfest, con familia a bordo, estaba seguro que su empleo en Leiden se acabaría y necesitaba un plan de respaldo. Escribe buscando consejo a su hermano del medio Hugo quien, ocupado en sus propias labores como médico, responde corta, fría y contundentemente. La carta es leída con dolor... Paul solo se cercioró de releer la frase «...tu molesto complejo de inferioridad».
En agosto de 1932, Albert Einstein (gran amigo de Ehrenfest) se entera de su depresión severa. Está tan preocupado que escribe directamente a la Universidad de Leiden expresando su honda preocupación por su amigo y sugiere una descarga laboral.
Paul se siente cada vez más abatido. Escribe a un amigo cercano mencionando que, su hijo menor Wassily, tiene síndrome de Down. Culpa a Tatyana del estado mental y físico del niño y sabe que tendrá que buscar más recursos para sostener las condiciones especiales del menor. En la carta, para más inri, expresa su escepticismo acerca de su habilidad para continuar sus estudios de física cuántica y declara que no puede seguir sus desarrollos. Se quejaba que sus habilidades decrecían, mientras que una nueva generación de físicos eran capaces de entrever la naturaleza fascinante de la física cuántica en maneras que nunca hubiera imaginado. Para él, la física siempre fue un objeto fácil de visualizar; ahora cobraba un aire esotérico donde las partículas se confunden con ondas...
Ehrenfest busca empleo en la Unión soviética dados lo contactos y familia de su esposa Tatyana. Sin embargo en auxilio a su depresión, empieza un affaire con una artista llamada Nelly. Pero el enamoramiento le durá poco y lo desgasta aún más... En un paseo nocturno, un amigo de su esposa lo ve en arrumacos con Nelly cerca a un parque. Al ser descubierto pide perdón a Tatyana... Se siente fatal y se sume aun más en su depresión.
El 24 de septiembre de 1933 y las ciudades europeas reciben la premier de la película nazi «El joven Hitlerista (Hitlerjugend Quex)», que marcaría el hito de la propaganda germana y las huellas de lo que estará por llegar... Mientras, Paul escribe una carta cargada de aflicción con remitentes a Niels Bohr, Albert Einstein, James Franck, Gustav Herglotz, Abram Feodorovich Ioffe, Philip Kohnstamm y Richard C. Tolman. Está a punto de enviarla sin embargo se arrepiente. ¿Para qué? Se pregunta... No quiere mostrarse débil, tendría que explicarse, justificarse... ¡Quiere acabar con todo! Pero conserva sus fuerzas y esconde la carta...
Al día siguiente, dice a su esposa que llevará a Wassily a su cita médica rutinaria. Al salir, da besos a sus hijos y toma en brazos a su hijo Wassily y le dice que saldrán un rato. El niño asiente feliz y salen mientras su rostro repasa los ojos de sus hermanos mayores. Pasan por la oficina postal y entrega una carta para ser enviada a Estados Unidos. El pulso de Paul es tembloroso al poner los sellos postales y su hijo lo mira con curiosidad inocente. Caminan y entran en el instituto médico. Paul deja que el niño entre a su cita rutinaria con el pediatra... Le tiemblan las manos, pero decidido, saca una pistola corta y la mira presuroso. Los minutos son insufribles y la espera larga... Su hijo sale, apunta y dispara. Las aves del tejado vuelan asustadas por doquier mientras el niño se desploma desvalido... La descarga le hace temblar la mano pero no el espíritu. Apunta a su sien y dispara.
Una secretaría lleva unas cartas y se detiene en una oficina donde A. Einstein lee unos documentos. La secretaria saluda ligeramente, entrega sus cartas y se retira silenciosamente sin querer molestar al genio. Hay una carta de Paul Ehrenfest. Alegre, rasga el costado y lee:
Se desplomó en la silla de madera. Escuchó a su esposa preguntarle si se encontraba bien, si eran noticias halagüeñas de la publicación que hicieron juntos... Él, abstraído, sólo evocaba coletazos de recuerdos. La memoria se le volvió un manojo de sus clases magistrales de filosofía natural, las discusiones sobre el movimiento molecular de los gases con Walther Nernst y el movimiento molecular a bajas temperaturas. Recoerdaba los choques que presencio cuando Boltzman demostraba la teoría atomista y molecular de gases, mientras Ernst Mach y Wilhem Ostwald descreían de la existencia de cuerpos microscópicos corpusculares. Aquellos eran tiempos donde atomistas y anti-atomistas pujaban por lo que la naciente mecánica cuántica daba por existente... Dolorosamente existente para Él...
Paul Ehrenfest nació en Viena como buena parte de los grandes físicos de finales del siglo XIX. Sin embargo, tuvo el infortunio de vivir una infancia dura y de severa pobreza, como pocos de los grandes físicos de finales del siglo XIX. Vivió en una modesta casa con su familia judía y, a corta edad, aprendió a leer, escribir y contar a la edad de seis años gracias a su hermano mayor Arthur. Su madre muere cuando sólo tiene 10 años por cáncer de seno, mientras su padre sufre ulceras gástricas. Eventos que llevará a cuestas siempre...
Recuperado de sus úlceras, su padre se casa de nuevo con una joven de 22 años, la edad de su querido hermano mayor. Paul, aquejado por el dolor de su madre, es protegido por sus hermanos y ellos amparan sus deseos de estudiar, pero empieza a crecer con una tristeza y dolor que no logra parar y cae en su desempeño académico. Una depresión continua y abrasiva empieza a tomar posesión de su ser, pero su gusto por las matemáticas nunca decae.
Al finalizar sus estudios de bachillerato, su padre empeora sus problemas gástricos y fallece. Paul quiere suspender sus estudios, ¡está harto de todo! La pobreza, la aflicción y la pérdida de sus padres lo sumergen más en su depresión.... Su hermano mayor lo persuade a continuar, a no dejarse vencer y logra entrar a la Technische Hochschule en Viena donde conoce a su mentor Boltzmann.
Viaja a Alemania y Austria donde toma cursos de pregrado en física y matemáticas y conoce la naciente teoría electromagnética. En uno de sus cursos de matemática con Hilbert conoce a la guapa rusa Tatyana A. Afnassjewa. Él, curioso a tan bella mujer, se acerca y le pregunta si asiste a las reuniones del club de matemáticas para reunirse con ella. Se entera que las mujeres no pueden ingresar al club a voz propia de Tatyana. A los siguientes días, Paul se acerca al club y sugiere un reto al director: Si una matemática logra hacer un difícil ejercicio de cálculo más rápido que un matemático, se permitiría el ingreso de mujeres al club. El director acepta y corre a contarle a Tatyana que, sorprendida por la avanzada de Paul, toma el reto con ligera ansiedad. Días posteriores el reto se lleva a cabo, Tatyana lo gana y logra ingresar al club. Allí se gesta una bella amistad entre Paul y Tatyana que se convertiría en poco tiempo en matrimonio.
Al terminar sus estudios doctorales al lado de Ludwig Boltzmann en la Universidad de Viena, Paul recibe su doctorado en 1904. Él y Tatyana deciden casarse y, para ello, renuncian a sus credos, dado que habían complicaciones religiosas que no permitían la unión matrimonial en el Imperio Austro-Húngaro (ella era cristiana y él judío). Sin embargo, a los pocos meses de su graduación y matrimonio, empezaron las complicaciones. Ambos estaban cesantes y querían un empleo académico adecuado. La pareja se mueve a San Petersburgo donde subsisten con cátedras temporales entre 1907 y 1912, que posteriormente Paul obtiene finalmente una cátedra de física teórica en la Universidad de Leiden (Holanda).
En los seminarios de Leiden, Paul era un experto en generar preguntas que extraían la esencia del problema y se empezaron a reconocer sus grandes habilidades científicas. Esa gran capacidad, poco habitual entre sus contemporáneos haría a cualquiera sentirse orgulloso; a Paul lo tenía sin cuidado, él se centraba sólo en su melancolía plagada de dolor y en su depresión omnipresente.
Es aquí donde Paul Ehrenfest recibe la noticia del suicidio de su mentor y, agrega la misiva, se solicita a él un obituario a su memoria. El encargo se le hizo doloroso...
Aspectos físicos-técnicos y los aportes de Paul Ehrenfest.
Durante el estado embrionario de la teoría cuántica, Ehrenfest clarifica que la ecuación de Planck que explica el comportamiento de radiación de cuerpo negro necesariamente requiere un postulado de energía discontinua ―la existencia de la discretización de la energía en niveles―, lo que la física clásica era incapaz de atribuir y explicar. Además, en 1911 Ehrenfest señaló que la teoría cuántica de la luz de Einstein difieren de las partículas clásicas en ser estadísticamente indistinguibles. En esta gesta creó su estadística ―denominada Estadística de Bose-Einstein― en un artículo de 1915 con el físico alemán Heike K. Onnes. En vez de trabajar con energía corpuscular, Ehrenfest prefirió trabajar con el modelo de ondas cuantizadas que fue propuesto en 1906, que más tarde se convertiría en la esencia de la teórica cuántica de campos. Además,el principio adiabático ideado por Ehrenfest en 1913, permitió que los físicos cuantizaran una nueva variedad de sistemas físicos ligados a sistemas termodinámicos.
En 1911, Paul y Tatiana Ehrenfest publicaron un artículo crítico sobre el naciente campo de la mecánica estadística y sus bases conceptuales, dando énfasis en lo que subsecuentemente investigadores trabajaron en problemas críticos con suposiciones hipotéticas de la existencia de micro-estados energéticos.
Por encima de todo, Ehrenfest era un crítico incisivo, capaz de señalar los puntos débiles de cualquier argumento y por tal motivo fue llamado «la conciencia de la física». Sus acertados cuestionamientos en disertaciones eran reconocidos entre colegas y entre sus estudiantes. Entre ellos, George Eugene Uhlenbeck, ideólogo del concepto del espín del electrón, escribió sobre Paul Ehrenfest:
«Primero la afirmación, luego la prueba ... Su famosa claridad [no debe] confundirse con rigor. ... Nunca dio ni hizo problemas; no creía en ellos; en su opinión, los únicos problemas que valía la pena considerar eran los que usted mismo se proponía. ... Trabajaba esencialmente con un estudiante a la vez, y eso prácticamente todas las tardes durante la semana.»
También era famoso por sus comentarios como: «¿Por qué tengo tan buenos estudiantes? Porque yo soy muy estúpido». O «¿Usted dice eso por principio o sólo porque resulta que es cierto?».
Ehrenfest hizo importantes contribuciones a la física en varias áreas y los estudiantes de licenciatura que estudian mecánica cuántica llegan hoy invariablemente al «teorema de Ehrenfest». Y era curioso que los niveles exigidos por Ehrenfest eran tan elevados que ni él podía estar a la altura...
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Era 1929 y la gran depresión desploma la economía global. Paul Ehrenfest, con familia a bordo, estaba seguro que su empleo en Leiden se acabaría y necesitaba un plan de respaldo. Escribe buscando consejo a su hermano del medio Hugo quien, ocupado en sus propias labores como médico, responde corta, fría y contundentemente. La carta es leída con dolor... Paul solo se cercioró de releer la frase «...tu molesto complejo de inferioridad».
En agosto de 1932, Albert Einstein (gran amigo de Ehrenfest) se entera de su depresión severa. Está tan preocupado que escribe directamente a la Universidad de Leiden expresando su honda preocupación por su amigo y sugiere una descarga laboral.
Paul se siente cada vez más abatido. Escribe a un amigo cercano mencionando que, su hijo menor Wassily, tiene síndrome de Down. Culpa a Tatyana del estado mental y físico del niño y sabe que tendrá que buscar más recursos para sostener las condiciones especiales del menor. En la carta, para más inri, expresa su escepticismo acerca de su habilidad para continuar sus estudios de física cuántica y declara que no puede seguir sus desarrollos. Se quejaba que sus habilidades decrecían, mientras que una nueva generación de físicos eran capaces de entrever la naturaleza fascinante de la física cuántica en maneras que nunca hubiera imaginado. Para él, la física siempre fue un objeto fácil de visualizar; ahora cobraba un aire esotérico donde las partículas se confunden con ondas...
Ehrenfest busca empleo en la Unión soviética dados lo contactos y familia de su esposa Tatyana. Sin embargo en auxilio a su depresión, empieza un affaire con una artista llamada Nelly. Pero el enamoramiento le durá poco y lo desgasta aún más... En un paseo nocturno, un amigo de su esposa lo ve en arrumacos con Nelly cerca a un parque. Al ser descubierto pide perdón a Tatyana... Se siente fatal y se sume aun más en su depresión.
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El 24 de septiembre de 1933 y las ciudades europeas reciben la premier de la película nazi «El joven Hitlerista (Hitlerjugend Quex)», que marcaría el hito de la propaganda germana y las huellas de lo que estará por llegar... Mientras, Paul escribe una carta cargada de aflicción con remitentes a Niels Bohr, Albert Einstein, James Franck, Gustav Herglotz, Abram Feodorovich Ioffe, Philip Kohnstamm y Richard C. Tolman. Está a punto de enviarla sin embargo se arrepiente. ¿Para qué? Se pregunta... No quiere mostrarse débil, tendría que explicarse, justificarse... ¡Quiere acabar con todo! Pero conserva sus fuerzas y esconde la carta...
Al día siguiente, dice a su esposa que llevará a Wassily a su cita médica rutinaria. Al salir, da besos a sus hijos y toma en brazos a su hijo Wassily y le dice que saldrán un rato. El niño asiente feliz y salen mientras su rostro repasa los ojos de sus hermanos mayores. Pasan por la oficina postal y entrega una carta para ser enviada a Estados Unidos. El pulso de Paul es tembloroso al poner los sellos postales y su hijo lo mira con curiosidad inocente. Caminan y entran en el instituto médico. Paul deja que el niño entre a su cita rutinaria con el pediatra... Le tiemblan las manos, pero decidido, saca una pistola corta y la mira presuroso. Los minutos son insufribles y la espera larga... Su hijo sale, apunta y dispara. Las aves del tejado vuelan asustadas por doquier mientras el niño se desploma desvalido... La descarga le hace temblar la mano pero no el espíritu. Apunta a su sien y dispara.
***
Una secretaría lleva unas cartas y se detiene en una oficina donde A. Einstein lee unos documentos. La secretaria saluda ligeramente, entrega sus cartas y se retira silenciosamente sin querer molestar al genio. Hay una carta de Paul Ehrenfest. Alegre, rasga el costado y lee:
«¡Mis queridos amigos: Bohr, Einstein, Franck, Herglotz, Joffé, Kohnstamm y Tolman!
Desconozco absolutamente cómo continuar llevando durante los próximos meses la carga de mi vida que se me ha hecho insoportable… Quizá aún pueda emplear mis últimos cartuchos de energía en Rusia, pero si esa posibilidad no se llegara a confirmar muy pronto, es del todo seguro que me suicidaré. Y si eso llegara a suceder alguna vez, entonces me gustaría saber que os he escrito, tranquilamente y sin agobio, a vosotros cuya amistad ha ejercido un papel tan importante en mi vida… En años recientes se me ha hecho cada vez más difícil comprender los desarrollos de la física. Tras intentarlo, cada vez más abatido y roto, al final he caído en la desesperación. Esto me hace sentir totalmente cansado de vivir… Antes me sentía condenado a vivir principalmente por los cuidados económicos de los niños. He intentado hacer otras cosas sin apenas éxito. Por consiguiente, me concentro cada vez más en los detalles exactos del suicidio. No tengo otra posibilidad práctica que el suicidio, y eso después de haber matado a Wassik. Perdonadme… Os deseo lo mejor para vosotros y vuestros seres queridos.
Paul Ehrenfest.»
Einstein relee la carta devastado. No lo puede creerlo, su amigo Paul no pudo lograrlo... Abatido, Einstein se encuentra con dos duras realidades: su amigo Paul había muerto pegándose un tiro en la sien y el caudillo Aldolf Hitler toma el poder en Alemania (Tierra que jamás volverá a pisar). La conciencia mundial entraba en una profunda decadencia bélica y la conciencia de la física había muerto a manos propias. Einstein se levanta de su silla, saca su violín y en su habitación repercute los primeros compases de Albinoni en el Adagio en G menor.
Adendas.
- Pocas veces escribo en este espacio sobre mis quehaceres profesionales. Hoy será la excepción por la gran impresión que me provocó una historia real que conocí hace poco... Entre otras, les deseo un tranquilo encierro, lleno de lecturas, introspección, poca reinvención (eufemismo de mierda que sólo logra cubrir el sobrevive-como-puedas). Así, basado en hechos y eventos reales, espero que los eventos del quien fuera llamado «la conciencia de la física del siglo XX» sea conocido y saquen conclusiones... Si es que hay alguna...
- Curiosamente, dicen que el estudiante de Paul Ehrenfest, George Uhlenbeck se suicidó, pero se desconoce aún el cómo murió. Tres muertos del mismo modo, ¿tendremos malditismos en física.
- ¿Ya les dije que la historia es basada en hechos reales? Bueno, hay pasajes claramente inventados por mi. Si quieren saber qué me inventé, ingresen aquí
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