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Del todo y de nada... La alusión de un rastro de lo que nos pertenece... O quizás para rayar un poco de lo que queda...

lunes, 15 de julio de 2013

Por eso no te he llamado...

He decidido que, después de mucho cavilar y cavilar,
que no te llamaría...

Supongo que será mejor así...
Donde el tiempo dará lo que será más justo...
O más conveniente...

Por otro lado, dejaré de lado las metáforas,
las paradojas, los tropos y las figuras literarias,
para dar paso a la realidad...
Tal como es...
Tal como desgarradóramente es...

Cada noche que duermo pienso en ti,
Cada vez que me siento frente al espejo
siento la ausencia de algún roce,
algún caricia, algún vaho de ternura en mi cuello…

Me siento a merendar viendo la ciudad al fondo;
meditando sobre mi pasado,
mi desdichoso presente
y la incertidumbre del futuro que,
al alcance de mis manos tuve y dilapidé…

Veo el pasar de mis días viendo tu rostro en cada vitrina traslucida,
en cada canción,
en cada lugar compartido,
en cada recodo de exilio momentáneo de coercitiva universalidad…

Te quise llamar, ¡créeme!...
te quise y te quiero,
más de lo que mis semblantes aparentan,
más de lo que mi cuerpo lo escribe,
más de lo que mis ansias lo demuestran,
mucho más de lo que podrías imaginar…

Ya se me trocan las metáforas y los símiles;
ya no soy bueno en las ironías expelidas a mi derredor;
mis lecturas sólo son llenas de concentración superflua y banalidad incólume y campante…
No encuentro el sabor en mis viejas dichas y jolgoriosos y desencadenantes existenciales…
Supongo que tendré que encontrarlos de nuevo…

Por eso no te he llamado;
por no saber qué soy ahora,
porque, ¿para qué escuchar las melancólicas nostalgias
de la desventura de sentimientos encontrados?
¿Dónde crees me encontrarás?
¿crees que así te llamaría?

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